«Sucedió que por
aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se
empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo
lugar siendo Cirino gobernador de Siria. Iban todos a
empadronarse, cada uno a su ciudad.
Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a
Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de
la casa y familia de David, para empadronarse con María, su
esposa, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos
estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio
a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó
en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento»
Lc 2:1-7
un Padre nuestro, diez
Ave Marias y una Gloria al Padre
Padre nuestro,
que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a
nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el
cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos
dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén
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Dios te Salve,
María, llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú
eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora
y en la hora de nuestra muerte. Amén(x10)
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Gloria al Padre
y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
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Jesús mío, perdónanos; líbranos del fuego del infierno;
lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las
que tienen más necesidad de tu misericordia.